Es la
respuesta personal y emocional de la persona afligida, desencadenada por la
pérdida.
Pena y duelo van de la mano.
El DUELO es
definido como los cambios y reacciones físicas, emocionales, intelectuales y
cognitivas que ocurren durante el proceso de recuperación por la pérdida de
algún ser querido, por la propia muerte o por las muertes “chiquitas”.
La PENA se
demuestra por sentimientos (tristeza, enfado, culpa, ansiedad, soledad, fatiga,
impotencia, shock, alivio, insensibilidad), sensaciones físicas, falta de
energía, resequesedad de boca, náuseas, vértigo, palpitaciones, erupción
cutánea, dolores de cabeza, espaldas, taquicardia, trastornos del control de esfínteres), cogniciones (incredulidad, confusión, preocupación,
sentido de presencia, alucinaciones) y conductas (trastornos del sueño, del
apetito, distracción, aislamiento social, soñar con el fallecido,
hiperactividad, llanto), entre otras muchas reacciones ya que cada duelo es
personal y de igual manera la forma de
reaccionar y expresarlo.
En el duelo
influyen varios factores, como la edad del doliente y del difunto, la madurez,
antecedentes, circunstancias, tipo de
pérdida, situación económica, apoyo de la comunidad, etcétera.
Extraido del Libro del Instituto Mexicano de Tanatología A.C. ¿Cómo
enfrentar la muerte? Tanatologia.
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